Lavame Sucio

La marca de arroz Mocoví se ufanó por años de un nombre que faltaba a las normas de higiene estipuladas, pero finalmente fue encontrada culpable por una cámara alimenticia, que encontró la prueba irrefutable de que el nombre era un anagrama gráfico y que realmente uno de los componentes del alimento sería el moco.
Uno instantáneamente decía "moco ví" cuando escuchaba la marca o bien veía el tradicional envase de arroz. Gracias a un estudio minucioso de aficionados a los errores en envases y afines, se pudo detectar tras estudios de carbono 14 y otros de nombres muy difícil de escribir como para aquí citarlos y que además el público común no entendería, que el indígena de la tapa de la caja efectivamente deja caer mocos de su nariz.
"Moco ví" gritó estusiasmado Ariel Boldrini, el aficionado que detectó la prueba del moco colgando. Según la imagen proporcionada por esta gente, se ve con zoom claramente como el moco gotea y seguramente, cae al plato.
Una prueba que no todo el mundo se chupa los mocos y que hurgando se llega al fin de todo enigma, por muy verde que esté.