Lavame Sucio

Un hecho sin precedentes en la gastronomía mundial se dio en la tradicional panadería "Vení que te amaso" de la avenida principal el último fin de semana.
En momentos que el personal estaba por cerrar, un maleante encapuchado entró al local agitando un revólver en la mano y amenazando a todos con bolarles algo. Entiéndase como sutil lo de "bolarles".
Las empleadas no dudaron en arrojarse al suelo y desaparecer de escena tras el mostrador principal, mientras que los panaderos se escondieron bajo la masa del pan para el otro día. Creyendo que nunca tendría menos resistencia que entonces, el malvimiento malparido corrió hacia el mostrador para acercarse a la caja registradora siendo ese el instante en que tropieza con un vigilante que se le había caído de la bolsa a la vieja de la vuelta, dándose luego el marote contra el piso.
De esta forma, los empleados de la panadería redujeron al criminal y lo ataron con cintas de colores que era lo único que tenían a mano, hasta que llegase la policía.
El vigilante heróico fue expuesto al día siguiente en una vitrina de lujo y finalmente rematado en veinte pesos. Lo compró la vieja de la vuelta, que se había quedado con las ganas de uno más el día anterior. Jamás le dijeron que era el suyo.






Momento preciso en el que el malhechor cae abatido por la sagacidad del vigilante, captado con maestría por la moderna cámara de seguridad de la panadería.