Lavame Sucio

Debido a internet las industria musical ha encontrado en los últimos años la excusa ideal para justificar la excasa venta de sus lanzamientos en lugar claro de reconocer la baja calidad en las producciones actuales.
Ha quedado demostrado que cuando una banda es buena, la gente compra el material. Sin embargo, como siguen llorando que la piratería y no se cuánto les ha bajado las ventas, han venido pensando en alternativas a sus negocios desde hace un tiempo.
Primero se dieron cuenta que la misma herramienta que tanto los afectaba, internet, podía ser un nuevo medio de venta. Y es así que ahora existen cientos de miles de sitios donde se puede bajar absolutamente todo, previo pagado del derecho de descarga.
Posteriormente encontraron un hueco en la telefonía celular y por allí se mandaron. Ahora no faltan nuevos modelos de teléfonos que no tengan el último hit del grupo del momento. Nunca con el himno nacional, eso si, ni con la marcha de San Lorenzo o Aurora. Si total daría lo mismo, no creo que haya una persona tan tonta de decantarse por un modelo en particular porque trae cinco temas de Airbag de regalo, por decir algo.
Y mientras hurgaban entre distintas alternativas, la gente de marketing de varias "musicaleras" realizó una reflexión del mundo de los últimos años y se preguntaron ¿cuál es el mejor negocio?. Sacando el narcotráfico de lado, se dieron cuenta que lo que había hecho poderoso a Estados Unidos, entre otras cosas, era nada menos que la venta de armas y por supuesto, promoción de la guerra (¿razón por la cuál al presidente Obama ahora le han dado el Nobel de la Paz... eh, que me perdí, no entiendo?).
Con la revelación aún en la punta de la nariz recordaron el gran éxito latino de la década del noventa, Molotov y la combinación de idea/nombre fue letal, al punto de estallar una idea allí mismo.
¡Las bombas musicales! Armas de destrucción sin iva (las otras son de destrucción mas+iva) que al ser arrojadas explotan sonando por más de treinta minutos, escuchándose la música del grupo o artista elegido oportunamente.
Estas bombas serían vendidas a un módico precio de veinte dólares y servirían una sola vez. Con las mismas, por ejemplo, pandillas de hiphoperos podrían bombardear a pandillas de metaleros y viceversa.
Imagínese la situación: bar atestado de fanáticos de los Ratones Paranoicos, aparecen en la puerta dos casi muchachos fans de Mirando y arrojan una bomba Miranda. Explota, empieza la música y por treinta minutos no hay forma de apagarla.
El terrorismo musical iniciaría así su carrera armamentística. No habría balas, sino melodías. Claro que habría ciertas bombas que serían letales.
El primer modelo a la venta será la del grupo que dio forma a la idea: Molotov. Pero pronto veremos en las ¿bateas? las bombas de Café Tacuba, Miranda y Depeche Mode, anunciándose ya re lanzamientos para nostálgicos que van de Carlos Gardel a Menudo, pasando por Palito Ortega.
Sin dudas, el boom para los años que vienen.

Hasta en los videos juegos se puede simular una falta, o preguntenle a cualquier jugador de Play que utilicen el PES 2009 o 2010 o directamente guiñénle el ojo y diganle en voz baja L1+L2+R1.
No hay combinaciones de teclas en el fútbol real, sino una ausencia total de timidez a la hora de sacar ventaja de una situación. Dignos de ganarse un Oscar o un León de Plata antes que una Copa Libertadores o título local, muchos jugadores viven en el ojo de la tormenta de estos sucesos y sus nombres están ligados con las simulaciones y muchas veces sacan chapa de "great simulator" y cuando en realidad los bajan, minga que te cobran y claro, lloran como nenas.
Imagen. Jugador que avanza a mucha velocidad, rival que lo sigue de cerca, casi con la nariz oliéndole el chivo, con solo sentir un roce del que viene atrás se enciende una alarma en el atacante para lanzarse a la pileta.
Y no hace falta venir en velocidad, se puede aguardar algún gesto ampuloso del rival (jugar con los brazos a la vista del árbitro o pegados al cuerpo es siempre buena opción) para tomarse el rostro y caer como fusilado por un rifle desde la cabina de transmisión. Si había alguien cerca es probable que el referí (referí bombero le gritarán desde la tribuna del expulsado) saque la tarjetita roja enardeciendo no solo al injuriado, sino a todos los compañeros e hinchas.
Sin dudas que el árbitro no debe ser un género de persona que vaya mucho al teatro o que vea cine en su casa. Quizá si novelas o producciones locales, cuyas actuaciones, muchas veces peor que la de un jugador de fútbol en el campo de juego, engañen la percepción final del juez en los cotejos.
En cambio, con acostumbrar el referí a ir al teatro, se estaría ganando en experiencia para poder detectar los movimientos fraudulentos del jugador bicho que quiere aprovecharse de la inocencia (esperemos que sea inocencia, claro) del árbitro para hacer echar a uno o bien, que le cobren una falta cerca del área o mejor aún, un penal.
Por estas razones las diversas asociaciones de árbitros están estudiando sesudamente (que quiere decir con la capocha) incorporar a la carrera de árbitro, la materia "teatro" o "expresión corporal". Aún en tratativas con el gremio de actores, se están viendo los aspectos que abarcaría la nueva rama dentro de la frondosa currícula arbitral.
Algunos en la FIFA (que nombre te pusiste loca) opinan que deben ser sancionados de oficio, según se detecten en los videos de los partidos. Sin embargo otros dicen que forma parte de la picardía del futbolista y que no debe aplicarse una sanción posterior (claro, hasta que lo sufra tu equipo).
Por el momento nos parece bien la idea que tienen los colegios de árbitro, como también peligroso lo que están haciendo algunos equipos, de contratar a importantes actores o directores de cine para dar indicaciones desde fuera de la cancha a los jugadores para que puedan interpretar una falta sin que se avive el pito (el referí, que a veces es uno pero en femenino y con v).
Y si no nos creen vean esta imagen esclarecedora, donde los medios gráficos ingleses pescaron a Quentin Tarantino dándole la orden en el momento preciso a Cristiano Ronaldo, cuando jugaba para el Manchester United para que se tirara. Una vergüenza.

Todo ser humano tiene su lado artístico, su recóndito lugar del alma que esconde su prosa creativa. El ser humano, tiende a utilizar la imaginación para alcanzar metas imposibles y es así que podemos explicar cada uno de los maravillosos inventos que han sido producto de la mente del hombre.
Pero a veces, nos quedamos cortos con los nombres o bien, nos equivocamos a la de darle sentido a una palabra. Nuestros creativos, seres de gran talento y alta haraganería, nos señalaron en un momento de ocio lo errado que estuvieron los publicistas o personal de marketing de Bayer que eligieron el nombre Actron para sus cápsulas de ibuprofeno.
Ante nuestro automático ¿por qué? dado que es un nombre original y fuera de lo común en el campo farmaceútico (que nos obliga a nombres que resulten fáciles a la hora de identificar la droga del que están compuestos) nos respondieron con una gran argumentación.
Lo primero que nos dijeron: la palabra Actron tiene fuerza. Efectivamente, la tiene. Pronuncien Actron una y otra vez, primero mentalmente y luego en voz alta. Miren si no hay nadie cerca, claro, van a quedar como unos payasos.
Segundo, que no relacionan el "on" final con una mejora del ibuprofeno, más bien con palabras tales como "cagón" ó "cagadón".
Y tercero, la cápsula tiene forma de supositorio.
Por ende, llegaron a la conclusión que la gente de marketing de la empresa alemana le erró como vizco al mate y en lugar de bautizar un analgésico con ese nombre, tendrían que haber creado un laxante.
Incluso nos dieron el eslogan.

Actrón.
Nosotros hacemos la fuerza por usted.


Y si, concluimos que la decisión de Bayer fue una cagada, por más que la postura de nuestros creativos sea la que realmente nos lleve a ese resultado. Paradójico.

Un experimentado equipo de cirujanos de un sanatorio privado operará bajo la conducción de un reconocido botánico a Maximilian J. Piesano, un muchacho de veinticinco años que acusa desde su nacimiento de un problema que dificulta su andar por la vida.
Mximilian sufre de una extraña enfermedad que ataca una parte puntual de su cuerpo, más precisamente la planta del pie derecho.
Desde pequeño, narró su madre en una entrevista telefónica, notaron en el piecito de Maxi una pequeña protuberancia. La misma, a medida que pasaban los meses, iba creciendo y tomando forma fuera del cuerpo.
Ya a la edad de los tres años llegaron los primeros diagnósticos de parte de los pediatras. Se trataba de una planta. La planta del pie, le decían los especialistas a la familia.
Por supuesto que los familiares sabían que el problema estaba en la planta del pie, lo que tardaron en entender era que en realidad una planta estaba creciendo en la planta del pie.
Imaginemos que veinte años atrás no existía el desasnador universal llamado Wikipedia, donde ahora podríamos buscar la definición y encontrar que se denominan plantas a aquellos organismos — individuos o especies — que forman parte del reino Plantae, el cual difiere de idea que uno estudió en la primeria, del antiguo y abandonado "reino vegetal".
Ahora Miriam, así se llama la mamá, sabe bien que tiene su hijo. Pero entonces era una curiosidad. La planta creció y con el tiempo fue desarrollando el tallo, las hojas y luego la flor.
Una hermosa planta de petunia, con flor rosa. Hermosa para florero, jodida para tener abajo del pie.
Pero con suerte Maximilian podrá comenzar a vivir una nueva vida desde la semana próxima y olvidarse de regarla todos los días, ponerle el abono, los pesticidas y al fin podrá jugar al fútbol, que es su sueño.
Miriam, en tanto, adelantó que la plantita extirpada ya tiene su lugar reservado en el jardín.

La muñeca Barbie es un símbolo que la cultura norteamericana trasladó a todo el mundo. Un estereotipo de mujer que a lo largo de las décadas ganó fuerza y marcó un estilo definido, que con solo la mención de la palabra "Barbie" no necesita mayor explicación.
Este año la muñeca, que por supuesto no es un solo modelo, sino que lo hay por cientos, además de toda una gama de accesorios y productos de merchandising que podrían enumerarse utlizando cincuenta blogs al mismo tiempo, cumplió cincuenta años de vida.
Por este motivo la empresa Mattel, que de perder dinero es una adelantada por usar pinturas con plomo "sin saberlo" (pero era más baratas, decía el supervisor de calidad mientras lo empujaban hacia la puerta de salida) estaría por afrontar un nuevo escándalo.
Al parecer intentaron crear una nueva línea de productos, pensando sobre todo en aquellas niñas hoy mujeres que comenzaron a darle vida al imperio Barbie, cincuenta años atrás. Tras numerosas ideas que se arrojaron sobre la mesa del directorio, parece que eligieron la peor.
Nada menos que lo que dieron a conocer como Barbie-túricos, una línea comercial de sedantes orientada a la mujer, para ayudarla con el stress que día a día hace sufrir a mayores personas.
Pero aparentemente se habría el departamento de Logística de Mattel y enviado los primeros cien mil pedidos a jugueterías en lugar de farmacias y las madres, creyendo que era un producto para sus niñas, los habrían comprado.
Resultado, cientos de miles de niñas sedadas en todo norteamérica.
Mattel, más vale que saques la línea de despertadores Barbie, que si no quedan al horno.

Fumar no es bueno para la salud, hasta ahí todos de acuerdo. Puede que unos más, otros menos, pero por más fumadores o no que seamos, más allá que intentemos engañarnos con excusas, es así.
Desde hace veintitres años vemos en los paquetes o cajas de cigarrillos la leyenda que dice "Fumar es perjudicial para la salud" y cita la ley que obligó a que la conocida frase pasara a formar parte de los empaques tradicionales de las diversas marcas de tabaco.
En si, la ley 23.344 lo que hace es limitar la publicidad de cigarrillos e impone además la obligatoriedad de incluir en los paquetes una advertencia sobre el contenido de sustancias cancerígenas, a modo de "yo te avisé salame, vos si querés fumá, pero yo te avisé".
Una especie de contrato que nadie firma en la que las tabacaleras, por otra parte, si bien reconocen que el cigarrillo puede hacer daño, a su vez pone un tope a sus responsabilidades por haber avisado con antelación que lo que te llevabas a la boca era malo.
En los últimos años en el país se han aprobado además otras leyes, que en algunos casos a niveles provinciales es más restrictiva, para impedir publicidades, delimitar áreas para fumadores y multar a quiénes fuman en lugares públicos.
El rumor que se filtró es que en los próximos meses Camel pondría en marcha una campaña publicitaria muy frontal, donde justamente haría hincapié en los aspectos negativos que tiene el cigarrillo.
Investigamos y pudimos acceder a una de las imágenes publicitarias que pronto estaremos observando. Por lo que se ve, nunca mejor puesto y utilizado el nombre del producto.